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Mieloma múltiple: quimioterapia

¿Qué es la quimioterapia? 

En la quimioterapia, se usan medicamentos fuertes destinados a destruir las células cancerosas. Los medicamentos atacan y destruyen células que crecen rápidamente, como las células cancerosas. Algunas células normales también crecen rápido. Por eso, la quimioterapia también puede dañar esas células. Esto puede provocar efectos secundarios.

¿En qué casos podría usarse la quimioterapia para tratar el mieloma múltiple? 

En algunos casos, la quimioterapia se usa como tratamiento principal del mieloma. Pero no es muy común. Lo más probable es que la quimioterapia se use en los siguientes casos:

  • Antes de un trasplante de células madre (esto se llama terapia de inducción)

  • Junto con otro medicamento

  • Después de un trasplante de células madre para evitar que el mieloma vuelva a aparecer (esto se llama terapia de mantenimiento)

  • Para reducir el dolor y controlar otros síntomas si el cáncer está avanzado

¿Cómo se administra la quimioterapia para el mieloma múltiple?

Antes de iniciar el tratamiento, se reunirá con un oncólogo médico. Es un proveedor de atención médica que se especializa en el tratamiento del cáncer con medicamentos. El proveedor de atención médica hablará con usted sobre las opciones de tratamiento y le dirá lo que puede suceder.

Los medicamentos de quimioterapia que se usan para tratar el mieloma múltiple se pueden administrar de las siguientes maneras:

  • Infusión intravenosa. El medicamento va directo a la sangre a través de un tubo (catéter) que se introduce en una vena. Puede gotear lentamente a lo largo de unas horas. O se puede administrar en unos minutos.

  • Inyección. El medicamento se administra con una inyección debajo de la piel, en el tejido.

  • Por vía oral. Estos medicamentos son pastillas o líquidos que se tragan.

Los medicamentos para la quimioterapia orales pueden tomarse en el hogar.

Los medicamentos para la quimioterapia suelen administrarse por vía intravenosa o con una inyección en entornos ambulatorios. Esto significa que recibe el tratamiento en un hospital, en una clínica o en el consultorio del proveedor de atención médica. Luego, regresa a su casa. En casos poco frecuentes, es posible que deba permanecer en el hospital durante el tratamiento.

El equipo de tratamiento prestará atención a las reacciones durante los tratamientos. Los tratamientos de quimioterapia por vía intravenosa o con inyección pueden tardar un poco. Por lo tanto, es conveniente que lleve algo que lo reconforte, como música para escuchar. También puede llevar algo para entretenerse, como un libro o un dispositivo móvil.

A fin de reducir el daño a las células sanas y darles la oportunidad de recuperarse, la quimioterapia se administra en ciclos. Cada ciclo consta de uno o más días de tratamiento, seguidos de un tiempo de descanso. En general, los ciclos duran 2, 3 o 4 semanas. La cantidad de días de tratamiento en cada ciclo y la cantidad de ciclos administrados dependen del régimen de quimioterapia elegido. El proveedor de atención médica analizará con usted el cronograma de tratamiento.

¿Qué tipos de medicamentos para la quimioterapia se usan para tratar el mieloma múltiple?

Tipos de medicamentos para la quimioterapia utilizados

Lo más frecuente es que se use la quimioterapia cuando se planifica hacer un trasplante de células madre. Pero también puede usarse en otros casos. Los siguientes son algunos medicamentos para la quimioterapia habituales para tratar el mieloma:

  • Bendamustina

  • Ciclofosfamida

  • Cisplatino

  • Doxorrubicina

  • Etopósido

  • Melfalán

  • Vincristina

En muchos casos, el medicamento para la quimioterapia se usa junto con otros tipos de medicamentos. Por ejemplo, con corticosteroides (esteroides). O medicamentos para estimular el sistema inmunitario a fin de que luche contra el cáncer (medicamentos inmunomoduladores).

¿Cuáles son los efectos secundarios más comunes de la quimioterapia?

Los efectos secundarios con la quimioterapia son frecuentes. Pero es importante saber que, por lo general, pueden controlarse y, a veces, incluso prevenirse. La mayoría de los efectos secundarios desaparecen después de que finaliza el tratamiento. Los efectos secundarios varían de una persona a otra. Dependen del tipo y de la cantidad de medicamento que se use.

Algunos efectos secundarios comunes de la quimioterapia incluyen los siguientes:

  • Caída del cabello

  • Náuseas y vómitos

  • Llagas en la boca o la garganta

  • Diarrea

  • Pérdida del apetito

  • Cambios en el sabor de las comidas

La quimioterapia puede provocar recuentos bajos de glóbulos. Eso puede causar los siguientes síntomas:

  • Infecciones por niveles bajos de glóbulos blancos

  • Sangrado y moretones que se producen con facilidad por recuentos bajos de plaquetas en la sangre

  • Cansancio extremo (fatiga) por niveles bajos de glóbulos rojos

La mayoría de los efectos secundarios son a corto plazo. Desaparecen con el tiempo después de la finalización del tratamiento. Pero algunos pueden ser duraderos.

Pídale al proveedor de atención médica detalles sobre los efectos secundarios de los medicamentos que está recibiendo. Averigüe qué se puede hacer para prevenirlos.

Colabore con el equipo de atención médica

Es importante saber qué medicamentos usa. Anote los nombres de cada uno y pregunte al equipo de atención médica cómo actúa cada medicamento y qué efectos secundarios podría tener.

Hable con los proveedores de atención médica sobre los signos a los que debe estar atento y controlar, y cuándo debe llamar. Por ejemplo, la quimioterapia puede provocar más propensión a contraer infecciones, lo que puede causar fiebre y escalofríos. Es probable que le indiquen controlar la temperatura y mantenerse alejado de las personas enfermas. Puede llamar si tiene fiebre o escalofríos. Asegúrese de saber a qué teléfono llamar si tiene preguntas. ¿Hay una línea telefónica diferente para llamar durante la noche, los fines de semana y los días festivos?

Puede ser útil llevar un registro de sus efectos secundarios. Anote los cambios físicos, mentales y emocionales. Tener una lista por escrito hará que le resulte más fácil recordar las preguntas cuando concurra a las citas. También les facilitará a usted y a su equipo de atención médica colaborar en el armado de un plan para controlar los efectos secundarios.

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