Espondilitis anquilosante en los niños
Cualquier persona puede desarrollar espondilitis anquilosante, incluso los niños. Es un tipo de artritis que causa inflamación en determinadas partes de la columna vertebral. Cuando se encuentra en un niño, se llama espondilitis anquilosante juvenil (EAJ). Los niños son más propensos que las niñas a desarrollar EAJ. La enfermedad suele aparecer durante la adolescencia. Es una afección que tiende a ser hereditaria. Los expertos piensan que la causa es, en parte, genética. La mayoría de los casos de EAJ se producen en niños con un gen llamado HLA-B27. Pero no todos los niños con este gen desarrollan EAJ.
Síntomas de la EAJ
Al igual que otros tipos de artritis, la EAJ causa dolor y rigidez. La columna vertebral y las demás articulaciones cercanas, tales como la cadera, se inflaman. En los casos graves, la enfermedad puede romper las articulaciones. Incluso los huesos podrían fusionarse.
Los síntomas de EAJ pueden aparecer y desaparecer. A menudo incluyen:
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Dolor de espalda, sobre todo por la noche mientras descansa
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Dolor en las articulaciones, especialmente en las piernas
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Dolores en el cuerpo, como en los hombros, las nalgas o los talones
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Rigidez por la mañana
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Postura encorvada para aliviar el dolor
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Problemas para inhalar profundamente a medida que la EAJ afecta las articulaciones entre las costillas y la columna vertebral
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Falta de apetito
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Cansancio extremo o fatiga
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Fiebre
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Falta de glóbulos rojos sanos (anemia)
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Úlceras en la boca
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Aumento de peso deficiente
Algunos niños con EAJ también tienen erupciones cutáneas y enfermedades estomacales. También es posible que tengan problemas en los ojos. Estos incluyen dolor, enrojecimiento y sensibilidad a la luz. Los casos graves de la enfermedad pueden causar daños en órganos como el corazón y los pulmones.
Diagnóstico de la EAJ
Para diagnosticar la EAJ, el proveedor de atención médica de su hijo comenzará con una exploración física. Le hará preguntas sobre los síntomas y los antecedentes médicos de su hijo. Se puede hacer una radiografía, una ecografía, una tomografía computarizada o una resonancia magnética para controlar la columna vertebral y otras articulaciones de su hijo. Estas pueden mostrar si hay daño en las articulaciones. Las pruebas genéticas pueden determinar si su hijo tiene el gen HLA-B27.
El proveedor de su hijo también puede recomendar un análisis de laboratorio para verificar si hay inflamación. Esta prueba se llama análisis de tasa de sedimentación de eritrocitos. Detecta la rapidez con la que los glóbulos rojos se asientan en el fondo de un tubo de ensayo. Si su hijo tiene inflamación generada por la artritis, los glóbulos rojos se agrupan y caen más rápido. Pueden hacerse otros análisis de sangre para descartar otras causas de la artritis o la enfermedad reumática.
Tratamiento de la EAJ
No hay ninguna cura conocida para la EAJ. Pero los tratamientos pueden aliviar el dolor y la rigidez. Pueden ayudar a su hijo a vivir una vida más activa. El proveedor de su hijo elegirá el mejor tratamiento según el estado general de salud de su hijo, la gravedad de su enfermedad y otros factores.
Hay varios tipos de medicamentos que pueden reducir la inflamación y el dolor. Estos medicamentos incluyen los siguientes:
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Medicamentos antinflamatorios no esteroides (AINE) como el naproxeno o el ibuprofeno
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Corticoesteroides
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Relajantes musculares (miorrelajantes)
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Medicamentos biológicos
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Fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FARME)
Hacer actividad física regularmente puede ayudar a aliviar los síntomas de su hijo. Debe hacer ejercicios que fortalezcan la espalda. El proveedor de atención médica de su hijo también puede recomendarle hacer fisioterapia. Enseñarle a su hijo a mantener una postura adecuada también es importante.
Revisor médico: Liora C Adler MD
Revisor médico: Raymond Kent Turley BSN MSN RN
Revisor médico: Rita Sather RN
Última revisión:
12/1/2021
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