La crisis de ansiedad

Cuando le falta el aire, los músculos del cuello, el hombro y el tórax se tensionan. Usted se angustia y comienza a respirar más rápido. Los músculos respiratorios se cansan y atrapan aire en los pulmones. Puede sentir opresión en el pecho. La ansiedad aumenta y podría comenzar a sentir pánico.

Detenga el pánico antes de que comience

La clave para controlar el pánico consiste en romper el ciclo antes de que comience. Cuando le empiece a faltar el aire, haga lo siguiente:

• Siéntese, relaje los brazos y hombros.

• Inclínese un poco hacia adelante y apoye la parte superior del cuerpo en los antebrazos.

• Respire lentamente por la nariz y cuente hasta dos.

• Cierre los labios como si estuviera tratando de silbar o apagar una vela.

• Exhale lenta y suavemente a través de los labios fruncidos y cuente hasta cuatro.

• Repita estos pasos las veces que sea necesario.

Aprenda a relajarse

Para controlar el estrés, evite hacer las cosas que lo provoquen y relájese cuando comience a sentir tensión. Busque un lugar tranquilo y siéntese o acuéstese en una posición cómoda. Cierre los ojos y trate de hacer lo siguiente:

• Inhale profundamente y exhale con lentitud. Repita este procedimiento dos veces. Imagínese que está en un lugar ideal y que hace una actividad que disfruta. Quédese en ese lugar hasta relajarse.

• Lentamente, tensione y luego relaje cada parte del cuerpo. Comience por los dedos de los pies y recorra cada parte del cuerpo hasta llegar al cuero cabelludo. Mientras inhala, tense los músculos. Manténgalos tensos varios segundos. Luego, relájese mientras exhala.

• Para relajarse, también puede hacer taichí o yoga, rezar, meditar, escuchar música o grabaciones de relajación.

Hable con su proveedor de atención médica

Infórmele cómo se siente. El estrés y la ansiedad pueden ser graves. Es importante que su proveedor comprenda lo que sucede y cómo eso afecta su vida. Consulte qué estrategias o tratamientos pueden ser adecuados para usted.